Hace algún tiempo escuché decir en una conferencia al Dr. Valentin Fuster que los grandes cambios sociales en la historia de la humanidad siempre se habían logrado trabajando colectivamente en comunidad, que nunca una persona sola había logrado un cambio social importante o trascendente.
Creo firmemente que esto es así, y tenemos un ejemplo muy reciente. Conseguimos superar la pandemia del COVID desde esa lucha conjunta desde el sector público y el privado, trabajando todos juntos para, en un tiempo récord, disponer de esas vacunas que nos ayudaron a salvar millones de vidas en el mundo y a recuperar la normalidad en nuestras vidas.
Nada de eso hubiera sido posible si científicos, universidades, gobiernos, organismos internacionales, profesionales sanitarios e industria farmacéutica no hubiéramos trabajado juntos.
Esa es la principal lección aprendida durante la pandemia, la importancia de la colaboración público privada, la suma de esfuerzos. El trabajar sin preguntar de dónde venimos, y si a dónde queremos llegar juntos.
El sistema sanitario está compuesto de muchos actores, desde los profesionales sanitarios (médicos, enfermería, auxiliares, etc…), pasando por los gestores hasta la industria farmacéutica. Y el sistema sanitario está compuesto principalmente de los sistemas públicos, pero también la sanidad privada y ambas son compatibles y necesarias para abordar los desafíos del futuro.
Tenemos retos sanitarios urgentes que resolver, que necesitan respuestas rápidas e inteligentes, la longevidad de la que disfrutamos provoca un acuciante aumento de enfermedades crónicas y pluripatologías que hacen necesario que tomemos decisiones urgentes.
La lucha contra el cáncer, la gran pandemia que vivimos actualmente, debería generar la alarma suficiente para que fuéramos capaces de trabajar todos juntos para dar las respuestas necesarias.
Nuestro sistema sanitario en España es sin lugar a duda uno de los mejores del mundo y así ha sido reconocido numerosas veces por varios medios especializados, tenemos profesionales sanitarios de primer nivel, tecnología puntera y además somos lideres en trasplantes de órganos a nivel mundial lo que denota la gran solidaridad que existe en España.
Pero todo esto no será suficiente para afrontar los retos que tenemos por delante, si no somos capaces de dejar de preguntar de dónde venimos, y empezamos a preguntar cómo podemos trabajar juntos para implementar los cambios necesarios para tener un sistema sanitario más eficiente y adaptado a las necesidades reales de nuestros pacientes.
Debemos trabajar todos juntos, para desde el conocimiento científico que todos los actores tenemos, ser capaces de diagnosticar a tiempo y ofrecer el tratamiento adecuado a tiempo a todos los pacientes.
Por el bien de los pacientes, debemos impulsar y fomentar la colaboración público-privada en el ámbito sanitario para reforzar ese estado del bienestar del que gozamos en Europa, y en España en particular.
Carlos Parry Director Senior de Asuntos Públicos UE AstraZeneca
