El autocuidado basado en la ciencia

El autocuidado basado en la ciencia

Cada vez más, somos más conscientes de la importancia de participar de forma activa en el cuidado diario de nuestra salud, nuestro bienestar y nuestra calidad de vida. Hay muchas razones para ello: desde una mayor preocupación por mantener hábitos de vida saludables (una dieta sana, ejercicio físico, no beber y no fumar, entre otros), al aumento del uso de la tecnología digital y a nuevos productos innovadores sin receta, entre otros.

El autocuidado no solo permite mejorar la calidad de vida sino también prevenir enfermedades graves, al mismo tiempo que tiene beneficios para el sistema sanitario, ya que permite tratar, desde la farmacia, dolencias leves y destinar esos recursos a tratamientos innovadores para enfermedades más graves. 

En última instancia, trata de empoderar al consumidor para cuidar su salud y bienestar, y hacer que la atención sanitaria sea comprensible y accesible para todos. Pero, ¿qué es el autocuidado? Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):

“la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover la salud, prevenir enfermedades, mantener la salud y hacer frente a enfermedades y discapacidades con o sin el apoyo de un profesional sanitario”.

Ciencia para generar la confianza de los consumidores

Como compañía guiada por la ciencia y con más de 170 marcas dedicadas al cuidado personal, en Bayer creemos que las empresas de autocuidado tenemos la responsabilidad de ofrecer soluciones fiables basadas en la evidencia científica para dar respuesta a las necesidades de los consumidores. 

A este enfoque lo llamamos “autocuidado basado en la ciencia” y describe los rigurosos estándares que seguimos cuando desarrollamos un nuevo producto o servicio.

Para lograr esto, operamos guiados por cinco principios clave sobre lo que debe ser un producto de autocuidado y cómo nuestro equipo debe emprender un proceso de innovación. Gracias a estos principios, que forman parte de un documento más extenso, esperamos que las personas tomen decisiones informadas y confíen en los productos que usan para cuidar su salud y bienestar. Asimismo, el objetivo es también iniciar una conversación dentro de la industria y los principales stakeholders sobre la necesidad de promover el autocuidado basado en la ciencia en beneficio de los consumidores.

1. La ciencia de las personas

Todas las personas somos diferentes, eso es obvio, por lo que el autocuidado no debe adoptar un único enfoque. El desarrollo de productos de autocuidado debe basarse en una comprensión profunda de la biología humana y en conocimientos médicos fiables, tanto para ofrecer beneficios reales para la salud como para garantizar la seguridad de los productos. La ciencia de las personas incluye comprender las necesidades médicas no cubiertas, que el propio consumidor puede reconocer y responder. La comunicación clara y comprensible sobre cada producto de autocuidado es fundamental para ayudar al consumidor a tomar decisiones informadas sobre su salud.

2. La ciencia de la regulación

La regulación independiente que garantice la seguridad y la eficacia de los productos a través de una comunicación transparente, un etiquetado preciso y afirmaciones respaldadas es fundamental para mantener la confianza y la credibilidad entre los consumidores. Puede ser difícil saber en quién o en qué confiar, pero estas aprobaciones regulatorias brindan la seguridad necesaria a los consumidores. La armonización de la revisión regulatoria entre países, junto con los requisitos regulatorios proporcionales al riesgo, son importantes para permitir un acceso más amplio y consistente al autocuidado basado en la ciencia. 

3. La ciencia de la colaboración

Priorizar la asociación y la colaboración sobre los logros individuales conduce a mejores productos. Las mejores innovaciones provienen de grandes mentes que trabajan juntas por un objetivo común: la diversidad potencia la creatividad y ayuda a reducir el riesgo. Contar con una sólida red de socios externos en áreas muy diversas nos permite seguir encontrando nuevas áreas para empoderar a los consumidores a tomar las riendas de su salud.

4. La ciencia del descubrimiento 

La investigación y el desarrollo rigurosos, basados en principios científicos, y una comprensión de las necesidades no cubiertas de los consumidores son fundamentales para el avance de los productos y servicios de autocuidado. El auge de la tecnología y los wearables digitales ha permitido a los consumidores compartir más información sobre su salud diaria, abriendo el camino a soluciones novedosas. Los estudios clínicos controlados ofrecen una forma sólida de evaluar si un producto realmente ofrece un beneficio, y esto debería ser una característica común en el desarrollo de productos de autocuidado creíbles. Descubrir nuevos enfoques -incluso provenientes de lugares no convencionales- nos ayuda a seguir avanzando en el autocuidado basado en la ciencia. 

5. La ciencia de la experiencia del consumidor

¿De qué sirve un producto si a las personas no les gusta o no pueden usarlo? 

La experiencia del consumidor con el producto es esencial para lograr su confianza, y de ella depende mantener o no en el tiempo los hábitos de autocuidado. Entender cómo los consumidores acceden a los productos y cómo los usan puede generar mejores experiencias y, en última instancia, permitirles tomar las riendas de su propia salud y bienestar.

6. Ciencia para una vida mejor

El objetivo principal del autocuidado basado en la ciencia es mejorar la vida de las personas al hacer que la salud y el bienestar sean accesibles para todos, ayudando a la vez a aliviar la presión asistencial en los sistemas sanitarios. 

Este enfoque es un facilitador clave para mejorar la vida de millones de personas en todo el mundo a través del autocuidado diario, y es fundamental para cumplir con nuestra visión “Salud y alimentación para todos”.

Adherirse a estos principios significa tener la ciencia como referente para lograr una vida mejor en la que las personas tomen las riendas de su salud y sean capaces de tomar decisiones informadas sobre ella basadas siempre en la evidencia científica.

Isabel López Guerrero Responsable de Comunicación Digital y de Consumer Health en Bayer

Isabel López Guerrero Responsable de Comunicación Digital y de Consumer Health en Bayer
Isabel López Guerrero Responsable de Comunicación Digital y de Consumer Health en Bayer