


Si el abordaje histórico del sector sanitario ha sido poner el foco en la enfermedad, en curarla o tratarla, y acompañarla para mejorar la calidad de vida de los pacientes; la tendencia desde hace años es apostar por un enfoque orientado al autocuidado y a un mayor protagonismo de la prevención de la salud, y la comunicación juega un papel fundamental para empoderar a los pacientes.
En la aproximación que plantea el autocuidado, la población y el individuo pasan a ser un sujeto activo de su propio bienestar. Con el foco en prevención, podemos adelantarnos a la enfermedad para mejorar la salud pública de la sociedad.